https://doi.org/10.53689/nv.vi8.40

Formación del profesorado de Historia en México: orientaciones determinantes

History teacher training in Mexico: determining guidelines

Paulina Latapí Escalante [1]


Resumen

Con base en fuentes documentales y en entrevistas, se da cuenta de las aportaciones de Joan Pagès, realizadas entre el 2008 y el 2020, a la formación de profesorado de historia, en la complejidad de los tres macrosistemas mexicanos encargados de dicha función. Se concluye: la docencia como libre elección; el indispensable conocimiento profundo del contexto; la formación docente como proceso; el reconocimiento del profesorado como sujeto y parte de la historia del magisterio; la transversalidad de la práctica reflexiva en la formación y ejercicio docentes; la creatividad, la investigación y lo nuclear en la enseñanza de la historia como ciencia social; la mediación magisterial como estrategia de solución de problemas sociales; la inseparabilidad de  la emoción-cognición en la enseñanza y el aprendizaje de la historia; la vinculación entre formación inicial y continua; coherencia profesional entre preparación académica y práctica docente y la construcción de una escuela digna.

Palabras clave: formación docentes de historia, contribuciones de Joan Pagès, enseñanza de la historia


Abstract

Based on documentary sources and interviews, the contributions of Joan Pagès, made between 2008 and 2020 to the training of history teachers, in the complex context of the three Mexican macrosystems in charge of this training, are presented.  It concludes:: teaching as a free choice; the indispensable in-depth knowledge of the context; teacher training as a process; the notion of  teachers as a subject and part of the history of education; transversality of reflexive practice in teacher training and exercise; creativity, the nuclear place or research and in the teaching of history as social science; the crucial strategy of solving social problems; the inseparability of  emotion-cognition in teaching and learning history; the link between initial and continuous training; professional coherence between academic preparation and teaching practice and the construction of a dignified  school.

Keywords: history teacher training, Joan Pagès´contributions, history teaching


Introducción

Conocí y traté personalmente al profesor Joan Pagès, a cuya memoria y como homenaje está dedicado este número de la Revista Nuevas Dimensiones, homenaje en verdad merecido por su infatigable y no delimitada entrega a los campos de la enseñanza y el aprendizaje de la historia. Como sucede con los constructores coherentes de la historia, continúa vivo en sus obras, en los efectos de las mismas y especialmente en las mentes y corazones de todos quienes convivimos con él en México y en otras latitudes. Veo su mirada clara, manifestación de su claridad mental. Escucho sus palabras, no empleadas para predicar, pues predicaba con el ejemplo: hay que “intentar buscar la coherencia entre el discurso que hacemos desde la universidad y la práctica en los salones de clase” —decía—. Lo escucho comenzar muchas de sus conferencias así: “Aquí se piensa, aquí se lucha, aquí se ama” —de aquel mexicano de “Todo en ella encantaba, todo en ella atraía; / su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar… / El ingenio de Francia en su boca fluía. / Era llena de gracia, como el Avemaría; / ¡quien la vio no la pudo ya jamás olvidar!”—. La frase es de Amado Nervo, pero Pagès la refería a la escuela. De energía casi inagotable, recorrió en México, en su último viaje, cerca de seis mil kilómetros en 15 días, en medio de un clima que osciló entre -2º C en Hermosillo, 12º C en Querétaro y 26º C en Chiapas. En su gran maleta, siempre traía consigo muchos libros que obsequiaba generosamente a fin de contribuir a ampliar los referentes investigativos y actualizar la formación de docentes. Como la horizontalidad era característica sobresaliente de su pensar y actuar, lo veo dirigirse por igual a expertos y principiantes, lo miro conviviendo, comiendo e incluso bailando en los espacios posteriores a los encuentros académicos.

Entre los principios que nos legó se halla el de que la orientación suministrada al alumnado debe carecer de un sentido prescriptivo y respetar de modo absoluto la libertad del sujeto. Precisamente, el objetivo de este artículo es exponer las múltiples maneras en que las contribuciones de Joan Pagès Blanch a México fueron justamente eso, orientadoras, dotadoras de sentido, y marcaron el rumbo de la formación de docentes de historia de manera determinante, contundente; más aún, las hizo desde su horizontalidad y participación y no desde una postura de cátedra experta, aunque tuviese todas las credenciales para hacerlo.

Como inicio, contextualizaremos la formación docente en México y explicaremos la complejidad del medio en el que Pagès incidió; en seguida trataremos de la trayectoria y aportes de Pagès en dicho contexto, y concluiremos con la exposición de los puntos nodales que constituyen sus orientaciones para la formación de docentes de historia y de por qué las consideramos decisivas. 

Además de ser una forma de sumarnos a los cuantiosos y merecidos homenajes a Pagès, este artículo puede servir para mirarnos en el espejo, reparar con detalle y concentradamente en sus orientaciones. Base del artículo fueron esencialmente los escritos de Pagès y mis notas personales recopilados de las conferencias que impartió, algunos programas de talleres, cursos y seminarios reseñados y, también, los recuerdos de colegas mexicanos y mexicanas con los que él trabajó.


Complejidades de la formación de profesorado de historia en México y la incidencia de Pagès

En México existen tres macrosistemas que forman docentes en México. El primer sistema de formación docente, fundamentalmente de formación inicial, son escuelas normales dependientes de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en su operación académica y de las entidades federativas en su operación financiera.  A la fecha existen más de 100 escuelas normales en el país, organizadas en cinco subsistemas. A partir del 2018 tienen nuevos planes y programas de estudios ajustados al Modelo Educativo del 2017. El doctor Pagès participó como asesor en la construcción de los programas de enseñanza de la historia —vigentes a la fecha— de modo que cientos de docentes se han visto influidos por el enfoque establecido en dicho currículum.

El segundo sistema de formación docente es la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), que tiene 70 unidades y más de 200 subsedes distribuidas a lo largo y ancho del país. Estas elaboran sus propios planes y programas de estudio, es decir, no aplican los de la SEP. Imparten licenciaturas de corte general, con programas uniformes, como licenciatura en educación primaria o en educación secundaria que incluyen el área de ciencias sociales donde se incorpora la de historia. La licenciatura que “tiene mayor demanda y también matrícula más numerosa” es la licenciatura en pedagogía (Camargo, Arteaga y Mendoza, 2018, 178). En su programa de cuatro años, que data del 1994, establece que los últimos dos semestres incorporan líneas de trabajo de sus cuerpos académicos, entre ellos algunos especializados en enseñanza de la historia, los cuales han promovido en la Unidad Ajusco, que es la unidad central, la educación histórica, el trabajo con fuentes, la narrativa, la conciencia histórica y la interculturalidad, principalmente. La UPN tiene también un posgrado en la Unidad 098, con especializaciones, una de ellas denominada Especialidad en Tiempo y Espacio Histórico. Ambas han formado a profesores y profesoras con base en los avances internacionales de la educación histórica tanto nacional como internacional. Pagès tejió lazos afectivos con académicos y académicas de la UPN. Su obra escrita es multicitada en los trabajos de grado de estos programas educativos.

El tercer sistema que forma docentes de historia está integrado por las universidades autónomas tanto públicas como privadas. Cada universidad diseña e implementa sus programas de estudio. El análisis de las mallas curriculares de las 39 licenciaturas en historia que en el 2012 estaban incorporadas a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) concluyó que en seis programas no se impartía ninguna asignatura de didáctica aun siendo que el principal ámbito laboral de los egresados era la docencia; en 13 se halló solo una unidad didáctica, en 11 dos, en 6 tres, en 2 cuatro y en un programa cinco asignaturas u optativas relacionadas con la docencia (Guerrero y Rodríguez, 2014, pp. 102-103).  En el 2020, partiendo del análisis anterior, se efectuó una investigación que actualizó la información de las licenciaturas e incorporó al análisis los programas de posgrado (Silva, Gutiérrez y Latapí, 2021).  La información se obtuvo de los sitios web de las universidades; en cinco casos tuvo que recurrirse a coordinadores o docentes de las mismas pues la información no estaba disponible.  La revisión de los perfiles de egreso de 41 programas de licenciatura en historia indica que sigue predominando el campo laboral de docencia, pero se identifica una contradicción muy grande, pues en ocho planes de estudio no se encuentra ninguna unidad didáctica relativa a la enseñanza de la historia. En el resto de los planes y programas la presencia de la didáctica de la historia es muy reducida: 21 incluyen solo una unidad didáctica; ocho, dos unidades didácticas; tres, tres unidades; y dos, cuatro unidades. Las nomenclaturas de las asignaturas son mayormente Docencia de la Historia y Didáctica de la Historia, lo que indica que son asignaturas muy generales y se ubican en la malla curricular casi siempre en los últimos semestres.  Son solo cuatro los programas que cuentan con un número considerable de unidades didácticas (cinco, seis y nueve). La razón es que en estos últimos planes de estudio la enseñanza de la historia se inscribe en sus programas como línea formativa especializada. En cuanto a los posgrados, son únicamente tres los especializados en enseñanza de la historia. El pionero, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, desde sus inicios en el 2007, contempló la perspectiva de Pagès y lo hizo de manera continua. El segundo, la Maestría en Educación Histórica de la escuela normal de Durango se fundó en el 2011 y ha sido dirigida fundamentalmente a profesorado en servicio. Pagès contribuyó llevando a cabo asesorías y sinodalías para tesis. El programa de maestría más nuevo, el de la Universidad de Sonora, que se inició en el 2020, también contó con la orientación de Pagès desde su diseño hasta su implantación. Existen, adicionalmente, tres posgrados no especializados en la enseñanza de la historia pero que la incorporan. El primero es la Maestría en Docencia para la Enseñanza Media Superior (MADEMS) y que incluye a la historia como uno de sus campos temáticos; el segundo, la Maestría en Pedagogía, el cual ha generado trabajos de grado en esta área por ser línea de investigación de algunos docentes, principalmente de Sebastián Plá con quien Pagès tuvo gran cercanía. Estos dos pertenecen a la Universidad Nacional Autónoma de México y en los cursos y trabajos de grado Pagès es uno de los referentes sustantivos. El tercero, la Maestría en Educación Superior de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,  la cuaol, sin  contar con una línea especializada en enseñanza de la historia, ha producido algunos trabajos terminales sobre esta área de conocimiento esencialmente intervenciones educativas.

A lo largo de su historia dichos sistemas han tenido confrontaciones entre sí, en tiempos diversos y por motivos principalmente económicos y políticos; no las trataremos aquí, pues desviarían el cometido del artículo; se ha de mencionar, sin embargo, que ellas no han impedido algunos mutuos acercamientos académicos en provecho de la formación e investigación en torno a los procesos de enseñanza y de aprendizaje de la historia. A modo de ejemplo: la confrontación teórica y práctica sobre quiénes han de enseñar historia en educación básica y educación media: ¿los historiadores egresados de las universidades, los de la UPN o los de las normales? Ello se traduce —entre otras problemáticas— en luchas concretas por la obtención de plazas. Pues bien, Pagès no solo trabajó y contribuyó a la mejora de la formación de docentes de ciencias sociales y en particular de historia en los tres macrosistemas, sino que, más aún, fue pieza clave en la consolidación de vínculos académicos —asunto que trataré con detalle en el segundo apartado de este artículo— que amortiguaran las confrontaciones al centrarse en los objetivos compartidos. En sus viajes a México, el doctor Pagès acompañó los encuentros académicos entre esos sistemas. Así, con sus orientaciones, contribuyó al mejoramiento y la actualización de los procesos de enseñanza y de aprendizaje de la historia en México en los tres sistemas. Y lo hizo mediante conferencias, talleres, seminarios, ponencias, asesorías, consultorías, participación en la elaboración de programas y planes de estudio, como se explicará en el apartado que sigue.


Trayectoria del doctor Pagès en México

Resulta necesario reconstruir la trayectoria del doctor Pagès en México. Hacerlo permite reparar en los tópicos que abordó y las improntas que legó. Comienzo por el final que nos remite al principio. En el último viaje que Pagès hizo a América Latina sus andanzas fueron Barcelona; Querétaro, Qro.; Hermosillo, Sonora; Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; y finalmente, la Ciudad de México para volar a Colombia.

El primer lugar que tenemos registrado que Joan Pagès visitó en México fue, paradógicamente, uno de los últimos en los estuvo en su viaje final. Fue invitado por la Universidad Autónoma de Sonora para impartir la conferencia magistral “Los retos de la enseñanza de la Historia y la formación del profesorado” el  22 de febrero del 2008  y el  Taller “Didáctica de la Historia  del 25 al 27 de febrero” (conversación con Hiram Felix, 29 abril 2021). Resulta importante ubicar esta primera visita del doctor Pagès en el momento por el que atravesaba el campo de investigación en enseñanza de la historia. Ya hemos documentado, en el estado de la cuestión que hicimos para la década del 2000 al 2010, que si bien este campo de inevestigación sobre enseñanza de la historia  comenzaba  a dinamizarse, este era incipiente y estaba muy necesitado pues denotaba aislamiento así como falta de continuidad y articulación (Latapí, 2014, pp. 84-85). Los anfitriones mostraban deseos de conocer el campo, ya que la mayoría de la planta docente del Departamento de Historia y Antropología eran sólidos investigadores de historia regional pero se sentían carentes de elementos para formar para la demanda laboral en docencia del estudiantado.  Esta preocupación se convirtió en ocupación y contó con la sesoría del doctor Pagès quien acompañó el proceso complejo que permitió la creación del programa de Maestría en Enseñanza de la Historia que Pagès cobijó y pudo ver ya implementado en esa su última visita.  

El proximo año el doctor Pagès fue invitado, en el mes de septiembre, a varios eventos. Ese viaje inició en Cuernavaca Morelos, con la impartición de la conferencia “Estudio de conflictos en la enseñanza de las ciencias sociales” organizada  por la embajada española en México, la Secretaría de Educación del estado de Morelos, y el Instituto Tecnológico de Monterrey. Se habían instrumentado en el 2006 nuevos planes y programas de estudio oficiales que introducían las competencias y pretendían poner al día en México en dicha materia. A la letra una de las competencias se enunciaba como:  “comprensión del tiempo y el espacio históricos…implica el análisis de la sociedad en el pasado y el presente desde una perspectiva temporal y espacial considerando el ordenamiento cronológico, la duración, el cambio y la permanencia, y la multicausalidad” (Secretaría de Educación Pública,  Programas de Estudios 2006, p. 9). Pagès vino a aportar mucho de esto que se presentaba como novedad. Posteriormente estuvo en la Ciudad de México, en el Colegio Madrid, una escuela particular  fundada por refugiados españoles de la guerra civil y con una tradición seria en la enseñanza de la historia con la participación clave de Sebastián Plá y de Ernesto Rico. Dictó la conferencia “Preguntas, problemas y alternativas para la enseñanza de las ciencias sociales en el siglo XXI” y  el taller  para el profesorado “La enseñanza de conflictos históricos y actuales: comparar conflictos para aprender a interpretarlos y resolverlos.” De ahí se derivó el diseño una unidad didáctica muy amplia que trabajara en diferentes espacios y que el doctor Pagès compartiera con mucho entusiasmo “Los conflictos en las sociedades rurales: el conflicto remesas (s.XV) y el conflicto de Chiapas (1994)”.  De la ciudad de México viajó a Morelia, donde del 17 al 19 de septiembre  impartió el seminario “Didáctica de las Ciencias Sociales” en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en ese caso con el vínculo del doctor Javier Dosil. Impartió también la la conferencia “Aprender a pensar la realidad históricamente”.  Al igual que con la Universidad Autónoma de Sonora, con la Universidad Michacana, Pagès tejió afectos académicos estrechos que le harían contribuir -siempre desde la horizontalidad- a que el programa de Maestría en Historia, parte del Instituto de Investigaciones Históricas, fuera incluído en los Programas Nacionales de Calidad del Consejo Nacional de  Ciencia y Tecnología. 

De nuevo septiembre, del año siguiente,  requirió a Pagès estar en México. En esta ocasión sólo estuvo en la capital.  De nuevo a través de la embajada española, fue invitado a impartir la conferencia “Las cuestiones sociales y las cuestiones socialmente vivas en la enseñanza de las ciencias sociales, de la geografía  y la historia” el 6 de septiembre del 2010. De ahí fue a la Universdad Iberoamericana que organizó varios eventos en el marco de la conmemoración del centenario de la revolución mexicana y del bicentenario de la independencia y que en ese  entonces contaba con una línea de investigación en enseñanza de la historia. Colaboró  con el Diplomado en “La enseñanza de la historia y la historia que se enseñanza”  y  dictó la conferencia “La enseñanza de la historia en España”.  En ese viaje también impartió una conferencia en la Universidad Autónoma de México. “La investigación en didáctica de la historia en España” para los estudiantes de la asignatura de Didáctica de la Historia, por la invitación de Sebastián Plá.

El verano siguiente Pagès retornó a México invitado a impartir una conferencia en el magno evento de la Internacional Standing Conference for he History of Education, efectuado en la ciudad de México entre el 26 y el 29 de julio. La ponencia se tituló “Enseñar historia, enseñar a contruir el futuro. ¿Qué nos enseña la historia acerca de cómo intervenir en la construcción del futuro?” Aprovechando que tendría un tiempo en México y que en esa ocasión viajara con su esposa, el doctor Pagès aprovechó para conocer más del país y de su historia a la que hacía mención en sus cursos y conferencias. Para el mes de agosto, gracias a la mediación de Siddharta Camargo, contamos con la presencia del Dr. Pagès en mi centro de adscripción, la Universidad Autónima de Querétaro. Participó en el “Coloquio Enseñanza de la Historia. Miradas desde las Universidad y las Normales.” A este convocamos a colegas de diversas instituciones que habían comenzado a trabajar en la  investigación en la enseñanza de la historia aunque lo hacíamos mayormente en aislamiento. Estuvieron Elva Rivera Gómez y Javier Pérez Siller de la Benémerita Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Delgado de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Sebastián Plá y Laura Favela de la Universidad Nacionla Autónoma de México, Celia Montes de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Georgina Flores de la Universidad Autónoma del Estado de México, Adrián Valverde de la Escuela Normal Superior y José Martín Hurtado de la Escuela Normal Superior de Querétaro, Siddharta Camargo, docente investigador de la UPN, quien entonces trabajaba en la Dirección General para la Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGSPE) de la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública. El objetivo consistió en promover el acercamiento y conocer los trabajos que se estaban realizando en el país. Fue este un encuentro entre las y los mexicanos y con el doctor Pagès, determinante. Y lo fue pues el doctor Pagès escuchó detenidamente, tomó cuantiosas notas, y construyó un panorma de lo que estaba sucediendo en los diversos sistemas formadores y docentes -reseñados en el apartado anterior. Al final del coloquio expuso su mirada analítica e invitó al grupo para abrirnos a las investigaciones que se estaban realizando en España. Se habían puesto las bases de una estrecha colaboración con estos y otros académicos que decidimos trabajar colaborativamente, fundamentalmente con  el doctor Hugo Torres de la Universidad de Guadalajara y Dení Trejo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidlago que en esa ocasión no pudieron atender al coloquio pero con quienes Pagès también construyó un estrecho afecto académico. Juntos y con la ayuda siempre generosa de Pagès, nos centrarnos en los objetivos comunes ante la gran tarea de la mejora de la enseñanza de la historia. Derivado del Coloquio publicamos un texto que fue de utilidad para lo que expondremos en el siguiente apartado. Para el doctor Pagès el coloquio fue también determinante para contextualizar las diversas consultorías que daría. En esta misma estancia en México colaboró con la DGSPE en la construcción de los planes y programas de estudios de las  escuelas normales que, con esta y otras asesorías, se pusieron al día de los avances internacionales en materia de enseñanza de la hisotoria.  Quizás lo más determinante fue la contribución decisiva como orientador de la recién nacida Red Nacional de Profesionales de la Docencia y Difusión de la Historia (REDDIEH) la cual, desde el 2010, aglutina a investigadores(as) y docentes con trabajo relativo a los tres ejes temáticos de la red: investigación, docencia y difusión y que ha abonado  a la formación docente. Tras una revisión de los trabajos presentados en los primeros tres encuentros ya se apuntaba como uno de los resultados de la REDDIEH: “el intercambio de ideas para mejorar la docencia de la Historia y el trabajo inter, multi y transdisciplinar en proyectos de investigación para su difusión en publicaciones” (Magallanes, 2014, p. 219-220).

Como parte de la colaboración con las normales los días 15 al 17 de agosto impartió el taller “La investigación y el desarrollo profesional del profesorado en historia en la formación inicial” para la Comunidad Normalista para la Educación Histórica, al cual acudieron normalistas de diversas partes de la república así como a su conferencia magistral “La investigación en didáctica de la historia ¿por qué investigar? ¿a quién investigar? ¿cómo investigar?” A partir de entonces se establecería también, con dicha comunidad, un afecto académico que prevelecería hasta su último viaje.

 Al año siguiente, entre el 17 y el 19 de octubre del 2012, dictó una conferencia magistral la Universidad Cristóbal Colón, en Veracruz “Niñas y niños en la historia en el currículo y en los textos históricos escolares”  y  del 29 al 31 de octubre asistió al VII encuentro de la Red Nacional de Licenciaturas en Historia y sus Cuerpos Académicos, RENALIHCA, que tuvo lugar en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Impartió la conferencia inaugural y pudo hacer ajustes a esa unidad didáctica ya referida que tanto le gustaba: “Los conflictos en las sociedades rurales: el conflicto remesas (s.XV) y el conflicto de Chiapas (1994)”.

Septiembre trajo de nuevo a Pagès a México y de nueva cuenta fue a Querétaro, a la Universidad Autónoma de Quereatro, que fue la sede del IV encuentro de la REDDIEH. La red estaba trabajando mucho por la enseñanza de la historia en todos los niveles educativos y aglutinando a académicos de los diferentes sistemas formadores de profesorado. Su crecimiento era exponencial. Se consiguieron recursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología con los cuales se invitó a Pagès. Esta y las subsecuentes gestiones de Elda Rivera Cano, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, dan cuenta de la gentileza y generosidad del doctor Pagès. La conferencia inaugural la tituló “Cambios en el mundo, continuidad de la historia y su enseñanza ¿hasta cuándo”. También impartió el taller “La construcción de unidades didácticas en historia”. En dicho taller, como en otros que impartiera en México, Pagès reunía a asistentes que pudiesen contar con posgrados junto con estudiantes de licenciatura en proceso de formación inicial docente. Siempre lo hacía desde esa horizontalidad que le caracterizaba.

Al encuentro de la REDDIEH en el 2014, que tuvo lugar en la Universidad de Guadalajara, el doctor Pagès no pudo asistir pero envió una ponencia elaborada junto con una de sus alumnas del doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona, Lorenia Hernández, la primera mexicana a quien Pagès le dirigiera un trabajo. En esta ocasión se otorgó a la distancia un reconocimiento como miembro honorífico de la REDDIEH.  Lorenia Hernández leyó unas palabras enviadas por Pagès (conversación con Hugo Torres, 14 de abril del 2021). Aún a la distancia estaba orientando a la red y promoviendo, asunto determinante, que a los encuentros viniesen colegas de otras partes de América Latina de modo que también  contribuyó a la internacionalización de la REDDIEH, la más importante red en el área de conocimiento en México hasta el día de hoy.

Precisamente ese año, 2014,  la contribución de Pagès a la formación docente tomó la forma de libro y de uno sumamente relevante para el campo de conocimiento: La investigación en la enseñanza de la historia en América Latina. La obra, coordinada por Sebastián Plá y  por el doctor Joan Pagès, es un estado de la cuestión de dos décadas  investigativas en en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México (participé en este con capítulo escrito junto con Plá), Nicaragua, Perú, Portugal y Uruguay. Además de sus propios aportes al campo, el libro, sostenemos, es otra de las maneras contundentes en las que Pagès contribuyó a la formación docente, ya que este texto se ha convertido en un material de estudio en los tres subsitemas de formación de docentes. El propio Pagès compartía el libro digitalizado en sus cursos y talleres de formación de profesorado. 

El VI encuentro de la REDDIEH fue en Morelia, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en el Instituto de Investigaciones Históricas. Joan Pagès dictó al conferencia “La historia prescrita, la historia enseñada y la historia investigada. Un retrato de la enseñanza de la historia hoy”. Además de la magistral, Joan Pagès presentó una ponencia coautorada con Edda Sant de la Universidad Metropolitana de Manchester sobre las representaicones del futuro profesorado de historia y ciencias sociales sobre los saberes sociales, geográficos e históricos a enseñar. Mediante estas y de las otras maneras ya enunciadas proseguía orientando el rumbo y sentido hacia la internacionalización de la red. En la asamblea de la red, efectivamente, tomamos el reto y acordamos que la REDDIEH ya podría sumarse a los trabajos latinoamericanos de manera formal. Para ello se decidió que los encuentros en México  serían biananuales  y que, en el año intermedio, los integrantes de la REDDIEH, con posibilidades de hacerlo, se unirían a los trabajos de la Red Iberoamericana de Didáctica de las Ciencias Sociales por la que Joan Pagès había trabajando mucho. A partir de entonces los afectos académicos con colegas de diversas latitudes fueron propiciados por Pagès de manera más formal: desde ese momento ha habido presencia mexicana en los Simposios Iberoamericanos de Didáctica de las Ciencias Sociales.  Además de trabajar en este nivel amplio, Pagès cuidaba mucho el trabajo micro: se reunió en varias ocasiones con el profesorado y alumnado de la Maestría en Enseñanza de la Historia de la UMSNH. Asimismo fue  codirector de la tesis doctoral de Marco Antonio Sánchez Dasa en la Universidad Autónoma de Chiapas. Entre este viaje y el sigueinte participó como asesor de la Secretaría de Educación, en la Dirección de Desarrollo Curricular,  en la elaboración de nuevos planes y programas de estudio nacionales, lo cuales, por cambios políticos, no se concluyeron ni implementaron.  Tenemos noticia de una visita del doctor Pagès a Zacatecas para fungir como sinodal de una tesis doctoral ya dirigida por Lorenia Hernández, para este momento su exalumna del doctorado. No pudimos rastrear mayor información; tan sólo que Pagès me comentara que fue por el cariño hacia Lorenia y “de paso” en un viaje a su muy querida Colombia.

El sismo de septiembre del 2017 nos cimbró como tantas veces y lo hizo de múltiples maneras. En particular nos generó gran incertidumbre sobre  si los trabajos del VII Encuentro de la REDDIEH podrían llevarse a cabo debido a que, por algunos daños, la ciudad universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sede del encuentro, estuvo cerrada. El doctor Pagès, invitado de nueva cuenta, fue paciente ante el entorno y, sobre todo, muy solidario. El encuentro finalmente sí pudo realizarse. Albergado por la Facultad de Filosofía y Letras, la Escuela Nacional Preparatoria y el Programa de Maestría en Docencia para la Educación Media Superior (MADEMS, ya referido arriba) tuvo lugar del 4 al 6 de octubre.  En esta ocasión Pagès obsequió la conferencia magistral “La historia que investigamos, la historia que enseñamos”, participó en un fructífuro diálogo  denominado “El libro  de texto más allá del libro de texto”con la Dra. Lorenza Villa Lever en el IV Foro Nacional de libro de texto de historia, que es una de las actividades medulares de los encuentros de la red,  y en un debate con Luis  Fernando Cerri, reconocido investigador  de Brasil y  con Sebastián Plá que se tituló “La enseñanza de la historia ¿campo de investigación o entelequia académica?” Se aprovechó esa estancia de Pagès en México para oranizar la instauración del Consejo Consultivo de la REDDIEH para la red.  Este consultivo se integró por académicos del más alto nivel vinculados con los fines de la REDDIEH: los maestros Eduardo Matos y Luis Jorge Arnaud, los doctores Manuel Gil Antón, Roberto Molina, y las doctoras Eva Taboada, Ana Zavala y Luz Elena Galván (QEPD).  Joan Pagès, parte muy importante de dicho consejo, estuvo muy contento. De manera simbólica se instauró en el templo Mayor de México Tenochtitlan.

En el 2019 el encuentro bianual tuvo sede a la Escuela Normal Superior Profr. Moisés Sáenz Garza, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Pagès no pudo asistir presencialmente pero envió una ponencia denominada “América Latina entre los libros de texto de Brasil, Chile y España, escrita con Léia Adriana da Silva Santiago y Marco Antônio de Carvalho, estos últimos reconocidos investigadores brasileños. Hasta el final proseguiría impulsando la internacionalización del red y los vínculos entre redes.

En el último viaje a América Latina que la pandemia del covid 19 dejara realizar a Pagès fue con el que abrimos este apartado. En Querétaro, en el marco del Segundo Simposio sobre Historia de la Educación y Educación Histórica, organizado de manera conjunta por la UPN, la Escuela Normal Superior del Estado de Quetétaro y la Universidad Autónoma de Querétaro, bajo el liderazgo de Belinda Arteaga y Siddharta Camargo y que tuvo lugar entre el 29 y el 31 de enero del 2020, impartió la conferencia   “La didáctica de las ciencias sociales en tiempos de los populismos y las fake news”  y el taller “Investigar para formar a los y a las docentes de historia.”  En Hermosillo,  Sonora, del 4 al 7 de febrero impartió el seminario “Estilos de enseñanza de la Historia, cambio de las prácticas, prácticas reflexivas y desarrollo docente” e impartió también una conferencia magistral “La enseñanza de la historia: ¿Qué se enseña? ¿Por qué se enseña? ¿Qué podría enseñarse? ¿Por qué debería poder enseñarse?” ambos eventos en el marco del Primer Coloquio de Enseñanza y aprendizaje de la Historia de la Maestría en Enseñanza de la Historia de la UNISON, que tanto apreció,  en conjunto con la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de Sonora. Su forma de impartir este taller, como lo hiciera también en su último viaje a tierra mexicana, en Tuxla Gutiérrez, Chiapas, bajo la invitación de Marco Antonio Sánchez Dasa a la Escuela Normal Superior de Chiapas, fue siempre horizontal pues incluía a profesorado de diversos niveles y formaciones y daba orientaciones para buscar el sentido a la tarea de enseñar historia. La REDDIEH le rindió un homenaje póstumo virtual, dadas las condiciones pandémicas,  el 3 de septiembre del 2020.


Orientaciones nodales para la formación de profesorado de historia

Podemos caracterizar las orientaciones que legó Joan Pagès como determinantes si consideramos lo que afirma el estado de la cuestión sobre la formación de docentes a nivel mundial. Stephanie Von Hover y David Hicks (2018), ambos investigadores estadounidenses, realizaron un estudio que retoma lo realizado en el ámbito internacional sobre la formación del profesorado de historia. Reparan en las diferencias contextuales de países y regiones sobre los cuales hay información disponible. Respecto de Europa y América Latina, concluyen de manera contundente que “la investigación es muy limitada” (p. 397), de modo que los aportes de Pagès ayudaron a ensanchar tal investigación en México y por ende son trascendentes. En este apartado concentramos sus principales orientaciones.

  1. Sobre la elección libre de una profesión compleja. De manera recurrente Pagès enfatizaba la necesidad de que el futuro profesorado fuese consciente de la libertad implícita en su elección profesional. “No es obligatorio ser profesor, es una decisión libre que uno opta porque quiere hacer este oficio” (Pagès, 2011, p. 216) o “Nadie te obliga a ser docente… el que elija la profesión docente ha de saber que es una profesión compleja, y ha de saber que elige algo muy delicado, pero fundamental porque por la escuela pasa todo el mundo, incluso los políticos…” (Pagès, 2019). En un taller una estudiante de grado le dijo que ser docente era una vocación —idea que aún es común—; recuerdo la manera suave, en que, al estilo socrático, el doctor Pagès la fue llevando a cuestionarse con profundidad los motivos de su decisión en contraste con el concepto de vocación como llamado. Solía afirmar que la profesión docente era de alto riesgo y también una profesión de sueños.
  2. Sobre la necesidad de que la formación docente responda al contexto. El doctor Pagès criticó ampliamente a quienes, en el amplio ámbito de la didáctica, dictaban recetas. Su conocimiento sobre las realidades latinoamericanas, en el caso de México y en particular sobre las diferencias de contexto entre los tres sistemas reseñados en la primera parte de este escrito, lo condujo a enfatizar que había que formar desde la heterogeneidad para la heterogeneidad. Afirmaba: “cuando enseño a futuros maestros les digo que van a trabajar en realidades muy heterogéneas” (Pagès, 2011, p. 211). Había que acercar a los futuros profesores y profesoras a la realidad diversa de las aulas, pero sin pesimismos, desde el estudio, el contacto y la comprensión para la acción. 
  3. Sobre la comprensión de la actividad formativa como proceso. Con toda claridad Pagès expresó que el punto de partida de la formación docente han de ser las representaciones sobre lo que es ser docente de historia y de ciencias sociales. “Las experiencias que el futuro maestro ha tenido como alumno…sus recuerdos de la enseñanza de las ciencias sociales recibidas durante su larga escolaridad son las “lentes” con las que los futuros docentes…se ubican ante la didáctica” (Pagès, 2011, p. 72). Dichas representaciones explican por qué cuesta tanto cambiar la enseñanza de la historia, pues fungen como una especie de impermeable contra la innovación (Pagès, 2012, p.98).  Sólo a partir de dicha reflexión puede proseguir la formación que repare en los “para qué de la enseñanza y del aprendizaje, que pasa por la metodología y los recursos de enseñanza y acaba en la evaluación… un largo proceso” (Pagès, 2011, p. 216).
  4. Sobre la necesidad de que reconozcan como sujetos parte de una historia del magisterio. Dentro de los contenidos de la formación docente, para Pagès no podía faltar el análisis de la historia del magisterio tanto a nivel macro como micro. Ello resulta relevante para la formación profunda del oficio, blinda contra una formación tecnicista y posibilita la toma de postura. Un profesor no solo de historia, sino de ciencias sociales, no puede ser neutral cuando habla del holocausto, de la violación de derechos humanos. No adoctrina, pero deja clara su indignación. Forma, nunca capacita. 
  5. Sobre la centralidad de propiciar la práctica reflexiva de manera transversal. Pagès insistió en múltiples ocasiones y de muy diversas maneras en que este eje debía atravesar toda la formación docente: ir de la teoría a la práctica, y de la práctica a la teoría. En ello residía la posibilidad de que el profesorado se formara para ser capaz de “tomar decisiones en el… mundo de la práctica… rechacen aplicar aquello que otros han decidido sin más, …hagan un diagnóstico del grupo humano que tienen delante, como…profesionales de cualquier…ámbito. Tomar decisiones para…conseguir que…alumnos concretos e irrepetibles aprendan es fundamental” (Pagès, 2011, p. 212).
  6. Sobre favorecer que la reflexión en la práctica esté impregnada de creatividad. La reproducción de prácticas que no cumplen con los fines que requiere la enseñanza de las ciencias sociales en este momento únicamente puede erradicarse si el profesorado se forma para vivir su profesión “como un oficio creativo…en la intersección compleja de los programas, los saberes de referencia, las finalidades y el conocimiento de los alumnos” (Pagès, 2019). Y es que solamente con creatividad se pueden dinamizar los recursos  (virtuales, presenciales, libros de texto, unidades didácticas…) para que sean provechosos. Solo con creatividad el o la docente puede mediar a su alumnado a pensar presentes y futuros deseables, capaces de ejercer una ciudadanía, de ser críticos y de trasformar su momento histórico.
  7. Sobre que el alumnado docente se base en las investigaciones del campo de la enseñanza de la historia. Que sus reflexiones sobre lo que es la historia y su enseñanza, sus análisis y propuestas de mejoras, rebasen un ideario para sustentarse en lo que el campo ha aportado y lo que a su vez aporte al campo el análisis de su práctica.  Con su característica manera directa de decir las cosas, Pagès manifestaba: “Ciertamente hay poca investigación sobre docencia universitaria, debería haber más...ya empezamos a saber cosas, cosas que deberían revertir también en la transformación de los currículos y de las prácticas universitarias” (Pagès, 2011, p. 214). La investigación debe ser la base de la formación tanto del profesorado como del estudiantado. Y con base en dicha investigación es que el profesorado podrá elegir los saberes a enseñar que no son los mismos que la historia investigada.
  8. Sobre centrarse en lo esencial: saberes epistemológicos y pedagogía. Pagès tenía una mente muy nítida, por ello las mallas curriculares saturadas, sin un orden muy claro, le causaban malestar. Pugnó por que la lógica de la formación docente, en el currículo tanto formal como real, obedeciera a dos requerimientos básicos para que el profesorado pudiera tomar decisiones “con conocimiento de causa”: “el estudio de lo que la historia es…y cómo y por qué han sido construidos los hechos” (Pagès, 2012, p. 101), y el conocimiento que “integra cómo se enseña y cómo se aprende historia. Si se cuenta de manera equilibrada con ambos saberes, se podrá elegir pues es “inhumanamente imposible conocerlo todo” (Pagès, 2011, p. 214). Solía ilustrar esto con la metáfora de una moneda: en una cara la historia; en la otra, la pedagogía, y en el canto, dotador de sentido, la didáctica. “Si no hubiera didáctica no hubiera ni cara ni cruz” —decía— y así recalcaba la importancia de teorizar la historia enseñada para pensar alternativas de mejora.
  9. Sobre la mediación para la resolución de problemas sociales. De manera rotunda afirmaba: “A mí me interesa que el saber escolar sirva para resolver problemas sociales y problemas de vida, no para hacer historiadores que sepan mucho de la cultura romana o de la cultura indígena” (Pagès, 2011, p. 217). Insistió y aportó mucho en torno a la enseñanza de problemas socialmente vivos o cuestiones socialmente relevantes.
  10. Sobre tener en cuenta la relación entre la emoción y la cognición en la enseñanza y el aprendizaje. Pagès comenzaba a abordar este tema cuando hizo su viaje final sin retorno. Tuve la fortuna de conversar y debatir al respecto ampliamente con él; no alcanzaría este espacio para enunciar todas sus observaciones y orientaciones; debo decir, sin embargo, que impulsaba la necesidad de encarar con un enfoque serio dicho tema. Un año antes de morir escribió que cada vez “…se pone más en evidencia…que nos hemos focalizado excesivamente en la razón…hemos olvidado la emoción, el sentimiento, y en determinadas áreas del conocimiento los sentimientos son claves. En la historia, en la geografía, incluso…en temas de ciencias naturales” (Pagès, 2019).
  11. Sobre el deber de vincular la formación inicial y la continua. A Pagès le preocupó que, tras su formación inicial, el profesorado en ejercicio siguiera su rumbo sin volver a teorizar su práctica de manera sistemática. En una de las últimas entrevistas que concediera a la prensa expresó tajantemente que debía “…haber un feedback continuo, deberíamos tener unas puertas de acceso para que cualquier exalumno que esté trabajando los primeros años pudiera venir a consultar sus problemas” (Pagès, 2020). Y en tal sentido, debido a las reformas curriculares vertiginosas que tienen lugar en casi todos los países de la región latinoamericana, recomendaba que todo docente en ejercicio debía socializar, en un entorno de pares académicos, miradas críticas a dichos planes y programas de estudio y cómo solventarlos. Dejaba en claro los resultados de investigaciones que probaban que los cambios curriculares estaban lejos de garantizar cambios en los procesos de enseñanza.
  12. Sobre la irrestricta coherencia. Pagès no predicaba —ha quedado claro—, orientaba; empero, valga utilizar un lugar común en los homenajes: “predicó con el ejemplo”. De ello resalto la coherencia. En sus palabras: hemos de “intentar buscar la coherencia entre el discurso que hacemos desde la universidad y la práctica en los salones de clase. Esto para mí es clave en la formación de maestros” (Pagès, 2011, p. 221).
  13. Sobre contribuir desde la historia a la construcción de una escuela digna. Hemos señalado de inicio que Pagès citaba con frecuencia a Nervo. “Aquí se piensa, aquí se lucha, aquí se ama”. Es la escuela —planteaba— la que tiene la tarea fundamental de hacer que uno pase del pensamiento que se tiene por el hecho de vivir en sociedad a un pensamiento un poco más elevado, que se nutra de todo el conocimiento que la historia de la humanidad ha ido aportando y que nos permite entender al mundo en unas claves no de vivencia, sino de interpretación de la vivencia… Se lucha —decía interpretando al poeta—, no en el sentido bélico, sino que se batalla para que el saber construido por la humanidad, ese saber complejo, se haga vida para procurar condiciones de justicia y equidad.  Y se ama en el sentido, simple y llano, de que educar es un acto de amor. 

Conclusiones

Las orientaciones del doctor Joan Pagès en México fueron determinantes para el rumbo que ha tomado la formación del profesorado de historia. Lo fueron por su participación como asesor de programas educativos de formación docente, en el diseño de planes y programas de estudios y mediante su práctica docente en los talleres, cursos y seminarios ya referidos, amén de sus conferencias y obra escrita. Fue determinante también su contribución para el trabajo provechoso entre los tres macrosistemas de formación docente. Y nodal fue su estrecho acompañamiento a través de la red más grande e importante de enseñanza de la historia en México, la REDDIEH, en la cual participó y con la cual contribuyó de manera muy generosa. Además, aportó vínculos que ensancharon el área del conocimiento para actualizarse y retroalimentar lo que se producía en otras partes del mundo.

Su participación la posicionó desde la horizontalidad y no desde la torre de marfil del experto. Así contagiaba el hecho de que la construcción del pensamiento crítico no provoca seres amargados y desesperanzados, sino que el quehacer docente es alegre y generador de muchas satisfacciones. 

El doctor Pagès tenía aún muchos planes. No cejaba en decir lo que aún faltaba por avanzar en la investigación en enseñanza de la historia en México. Urgía sobre todo a corregir un rumbo: separar ya el área de historia de la educación del área de investigación sobre la enseñanza de la historia, pues criticaba la organización de encuentros académicos en donde igual se expone acerca de la enseñanza de la historia en el pasado que respecto de intervenciones pedagógicas sustentadas en la investigación. Aseveraba que la epistemología de la historia de la educación y la epistemología de la enseñanza propiamente dicha son epistemologías distintas, y que el no diferenciarlas produce confusión y limita el desarrollo de ambos campos. Resulta complejo atender esta orientación de sentido porque ambas áreas nacieron imbricadas (Latapí, 2014); no obstante, buscaremos las maneras de propiciar diálogos entre las redes e instituciones académicas, para ir discutiendo este y otros de sus legados.

Al final no puedo omitir una mención personal. Fue el director de mi tesis doctoral, y me impulsó muchísimo a escribir el libro Enseñanza de las ciencias sociales. Pensar, sentir y hacer, dirigido al profesorado en formación; incluso me ofreció prologarlo; actualmente la obra está por salir a la luz y, por deferencia a él, no llevará prólogo. En cada parte del libro fungió como vigía interior para cuidar, escrupulosamente, el enfoque transdisciplinario serio que ha de darse al tratamiento de la compleja relación entre la cognición y la emoción en nuestro campo de conocimiento. En su recuerdo, seguiremos trabajando para estar a la altura de lo que el momento actual nos demanda, y hemos de buscar hacerlo, como él, desde la horizontalidad y la participación.


Referencias

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[1] Coordinadora del área de acentuación en enseñanza de la Historia, Facultad de Filosofía, Universidad Autónoma de Querétaro, México. https://orcid.org/0000-0002-3364-3235 Contacto: paulina.latapi@uaq.mx